Plastimonial, testimonial de plástico

Art Direction

Plastimonial, testimonial de plástico

Art Direction

Esta campaña tiene como objetivo concientizar acerca del tiempo de vida útil del plástico, en contraste con el tiempo que perdura en el planeta.

La campaña está contada en primera persona por personajes de plástico, viejos cansados que en el futuro, dan testimonio de sus largos años de vida; desde cómo fueron abandonados, por dónde pasaron, el daño que hicieron, hasta el momento en el que llegaron a la playa.

Las historias que cuentan estos personajes son los plastimoniales. Escritos con un nombre que hace referencia a sus materiales (Pol/Poly = polietileno, Nil = Nylon…), su avanzada edad y su tiempo de vida útil; finalmente un cuento extenso de su larga historia.

Los ciudadanos podrán postear una historia creada mediante la aplicación de plastimonial. Esta app da voz a las piezas de plástico que el usuario encuentra. Solo tiene que abrir la app, indicar el tipo de plástico y dar play a la cámara para que la pieza de plástico empiece a contar su historia. Al terminar, la pieza pregunta al usuario cómo quiere seguir la historia, si quiere terminarla, recogiéndolo y llevándolo al contenedor amarillo, o si prefiere no hacer nada, y dejar correr el tiempo restante de vida que le queda, por lo general cientos de años más.

Al interactuar con la basura a través de la app, el usuario se encuentra en mayor compromiso de tomar acción. El plastimonial termina con un call to action.

Mientras la campaña de comunicación se enfoca en la concientización, la aplicación propone tomar acción inmediata reciclando el plástico.

Hola, soy Poly
tengo 354 años

y mi tiempo de vida útil fue de 2 días

La Barceloneta, Barcelona. Julio de 2334
No es que me sienta especial, soy una del millón de tapas que se fabrica cada minuto en el mundo. Al principio éramos mi botella y yo, fuimos fabricadas en masa, rellenadas con agua y vendidas en un lindo supermercado, ahí nos compraron. Me tiraron a la basura común, bebieron el agua y tiraron mi botella, pero esa es otra historia. Yo llegué al vertedero, un lugar inmenso, incluso personas vivían allí, familias que ocupaban esas tierras generaciones antes de que nosotros llegáramos, no era muy agradable, había muchas enfermedades y muchas muertes para ellos. Me enterraron juto a cientos de km2 de basura y con los años fuimos cada vez más al fondo de la tierra, bueno no era tierra exactamente, era más como una masa aceitosa que emitía gases y que y sobre la que no crecía ni una sola hoja verde. Eventualmente llegamos a un río subterráneo, y eventualmente al mar. Al principio pensé que me iba a sentir sola en la inmensidad, pero no, muchísimos más estábamos tanto en la profundidad como en la superficie, más botellas, redes, envases… Incluso diría que vi más de nosotros que peces en el agua. Un buen día, flotando, me tragó una gaviota, y la las pocas horas me llevó a tierra firme donde moribunda llegó a su nido y ahí se quedó sin moverse más, poco a poco se fue descomponiendo y quedamos nosotros: yo, un mechero e hilachas plásticas que había tragado la gaviota antes de comerme a mí. Así que aquí estoy desde entonces. Sigo en esta playa, no me he movido y los años siguen pasando. Nada cambia para mí, y cada día veo más y más de nosotros, algunos se van con el mar, otros vienen del mar, cada uno con un recorrido, cada uno con una larga historia que contar.

www.plastimonial.com

Hola, soy Pol
tengo 207 años

mi tiempo de vida útil fue de 1 semana

Me fabricaron para mantener 6 latas de cerveza unidas. Éramos yo, una bandeja de cartón y un plástico que nos cubría a todos. Ya al llegar al supermercado me compraron y me llevaron de pic nic.
Cuando el pic nic terminó me quedé en el pasto sin latas y con más bolsas a mi alrededor. Los patos del parque fueron a comerse los restos de de comida y fue ahí cuando me ernedé fuertemente en la pata de un pato, él gritaba y gritaba, me rascaba con la otra pata, pero nada, yo seguía aferrado, cada vez más enredado. Estuve con él por pocas semanas apretando cada vez más fuerte, ya hacia el final la pata que tenía estrangulada se quedó negra, y se desprendió del animal, fue al fin que yo pude liberarme del pato y seguir mi camino, mientras que él aún se quedaría allí unos días más, quieto, adolorido y enfermo, hasta poder morir de hambreYo seguí unos años más deambulando arrastrado por el viento, enredándome en las plantas y en algunas palomas hasta llegar a un río y viajar con él para luego atorarme en el caparazón de en una pequeña tortuga. Con la tortuga pasé varios años. A pesar de que ella crecía yo no me movía, no cedía, la seguí agarrando fuertemente por la cintura, sin dejar que se expandiera. El resto de su caparazón si que crecía, se deformaba y la tortuga nadaba despacio, cazaba su comida con dificultad pero finalmente me rompí y liberé a la tortuga, ella se quedó deformada y ninguno de sus problemas mejoró. Por mi parte, yo seguí mi camino en el mar.
Pequeños pececitos me rodearon y comeron partículas de mi plástico microscópico, luego estos fueron comidos por otros más grande y otros más grandes hasta ser pescados por pescadores, por lo que deduzco que ya soy parte de la dieta de los humanos. He seguido viajando por años y he regresado a tierra, a esta playa, donde me encuentro con muchos otros más como yo algunos se van con el mar, otros vienen del mar, cada uno con su recorrido, cada uno con una larga historia que contar.

www.plastimonial.com

Hola, soy Nil
tengo 186 años

y mi tiempo de vida útil fue de 15 minutos

Veracruz, México. Abril de 2204
Ya estoy viejo, estoy cansado e hice en mi vida lo que otros no pueden ni soñar hacer en mil vidas. El inicio son solo pedazos borrosos en las equinas de mi memoria, de donde he sido extraído no recuerdo mucho, pero la figura se va haciendo más clara a partir de que me compraron en una tienda pequeña, específicamente para llevar la compra de ese día, pero al llegar a la casa me dejaron en la entrada y de ahí el viento me arrastró hacia cientos de kilómetros y años por venir. Di muchas vueltas, volé y me metí en los rincones más oscuros, hasta que un día, de un gransalto, fui a dar al mar. También di infinidad de vueltas con las corrientes marinas, basta con decirles que he viajado en las barbas de una de las últimas ballenas por dos años; muchas he veces he recibido mordiscos pequeños de pecesitos y grandes mordiscos de tortugas; he visto atardeceres, eclipses solares, pero todo se va calmando ahora, ahora no sucede nada, no recuerdo cuando fue la última vez que vi un pez, un pájaro o una tortuga… Ahora que estoy viejo me gusta pasar la tarde aquí, en la playa, cada vez me encuentro más acompañado de los míos, bolsas, empaques, restos… algunos se van con el mar, otros vienen del mar, cada uno con un recorrido, cada uno con una larga historia que contar.

www.plastimonial.com

La app

Los ciudadanos podrán postear una historia creada mediante la aplicación de plastimonial. Esta app da voz a las piezas de plástico que el usuario encuentra. Solo tiene que abrir la app, indicar el tipo de plástico y dar play a la cámara para que la pieza de plástico empiece a contar su historia. Al terminar, la pieza pregunta al usuario cómo quiere seguir la historia, si quiere terminarla, recogiéndolo y llevándolo al contenedor amarillo, o si prefiere no hacer nada, y dejar correr el tiempo restante de vida que le queda, por lo general cientos de años más.

Al interactuar con la basura a través de la app, el usuario se encuentra en mayor compromiso de tomar acción. El plastimonial termina con un call to action.

Mientras la campaña de comunicación se enfoca en la concientización, la aplicación propone tomar acción inmediata reciclando el plástico.